miércoles, 7 de enero de 2009

7 de enero de 2009 ¡un año!


Amiga,

Hoy hace un año que comencé a escribir este blog para ti y para los amigos que querían saber en qué andaba. Estuve mirando el índice, las fotos y algunas de las entradas y me parece increíble que hayan pasado tantas cosas en este año. Para estas fechas, a principios del 2008, todo parecía complicadísimo de lograr ...y yo en realidad no sabía muy bien si sería posible o incluso si tendría voluntad de seguir adelante. El balance es positivo, sin embargo. Todo lo que imaginé que sucedería a principios del 2008 se cumplió. Incluso hubo tiempo para otras cosas, como viajar a Estocolmo, hacer una visita relámpago a Berna y aprender algo de francés en la propia ciudad luz.

Durante una larga parte del año pasado pensé que no sería capaz de renunciar a mi trabajo y dar el salto definitivo de quedarme en este lado del mundo. Pasé largas semanas y meses imaginando cómo sería de miserable mi existencia si al final me acobardaba y prefería la tierruca al exilio. Ahora que estoy ya de regreso de toda esa incertidumbre y del dolor anticipado de imaginar mi vida destruida, supongo que cabe tocar madera y dar gracias porque todo esté saliendo lo mejor posible.

Y las primeras gracias son para Lyo, que siempre creyó que podíamos cumplir con todos los planes que hicimos y reiniciar nuestra vida juntos sin que faltara nada: ni mis libros, ni mi gato, ni los miles de peroles que he acumulado y continúo acumulando, ni esta habitación propia desde la que te escribo y que estamos terminando de arreglar, para que yo tenga un lugar donde perseguir mis sueños y mis pesadillas.

Ahora falta esperar por un año aún mejor y creer firmemente que vale la pena hacer planes y empeñarse en llevarlos a cabo, incluso cuando todo parece estar en contra.

¿Mis planes para el 2009? Inscribirme de nuevo en la universidad para estudiar un oficio útil, terminar una novela que quiero tener lista antes de septiembre, conseguir un modo de ganarme la vida. Anoto todo aquí como una especie de contrato conmigo misma, con testigos. Espero que el año que viene, cuando este blog y esta larga conversación entre nosotras cumpla dos años en el espacio cibernético –como diría Ígor- yo esté otra vez haciendo un balance positivo.

Lo mismo te deseo a ti. ¡Que todos tus planes se cumplan este año!

Cariños,
r

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