martes, 3 de febrero de 2009

Último flash back


Amiga,

Ésta es la última entrada que logré escribir en mi diario del 2007:

Caracas, 26 de noviembre de 2007

Hace unos días decidí viajar a Caracas para estar presente cuando se cumplan los tales siete días de la gestión de mi amigo periodista y también para votar en el referendum del 2 de diciembre. Ya estoy de nuevo en el caos caraqueño. Por suerte mi amiga Gina me ha vuelto a dar refugio en su casa, donde puedo esperar y leer y seguir esperando sin sentir que molesto demasiado. Mi primera preocupación es resolver lo del pasaporte, pero mi amigo -que tiene un cargo oficial- tiene otras cosas más importantes que hacer y no es mañana, sino pasado mañana que me puede acompañar a la Onidex.


Aquí se termina el texto que llamé ‘Diario del estancamiento’. Quise continuarlo y contar todo lo que pasó después con lujo de detalles, pero no pude. Después de otras dos visitas a la Onidex y de la imposibilidad de lograr nada por las vías regulares, llegué a un punto tal de falta de esperanzas que ni siquiera tenía ánimo para seguir contando la historia. Fui a votar en el referendum del 2 de diciembre y escuché con Gina los resultados en la madrugada del día 3, al borde del llanto. Luego del triunfo del NO, en el que la mayoría del país le dijo a Chávez que no aceptaba su propuesta de reforma de la constitución (una reforma que quiere volver a someter a consulta dentro de unos días, aunque ya se haya rechazado), todo pareció resolverse milagrosamente.

No creo que deba contar aquí los detalles y no sé si las dos cosas están relacionadas o si de verdad Saturno, como me dijo la astróloga, me había liberado por fin, el caso es que en menos de una semana ya tenía una cita en la Onidex de La Trinidad para el 12 de diciembre. Asistí a mi cita. Pasé por todos los trabajos por los que pasan todos los desesperados ciudadanos venezolanos que necesitan un pasaporte y saben lo difícil que es conseguirlo -largas colas, infinitas esperas, cambios de normas a última hora- y saqué mi pasaporte sin más contratiempos, aun cuando pasé cada segundo asustada pensando que algo podía salir mal.

Al día siguiente me fui a Porlamar a ayudar a mi mamá que iba a mudarse desde Margarita a Mérida. La ayuda que necesitaba era para viajar con Gussi, que no es un asunto fácil. El pobre soportó un maratón que empezó a las ocho de la mañana y terminó casi a media noche y que prefiero no recordar. El 18 de diciembre Lyo llegó a Mérida y allá pasamos el 24 con mi mamá y con Gussi. Como seguramente recuerdas, hicimos unas hallacas que nos quedaron espectaculares, porque compramos todos los ingredientes en el mercado y porque estábamos felices de saber que al fin podíamos salir juntos de la tierruca.

Nos regresamos a Caracas el 27 y el 28, día de los inocentes, fuimos a buscar mi pasaporte. Lyo me acompañó y me tomó una foto que para mí es histórica. Recibimos el año en Caracas y nos vinimos a Edimburgo el 2 de enero de 2008. Todo lo demás está más o menos registrado en este blog, así que creo que eso cierra el ciclo y podemos volver al presente.

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