martes, 14 de septiembre de 2010

Con todos los recuerdos


Amiga,

El tema de las casas parece perseguirme en estos días. No sólo porque la gente que ha leído mis memorias de la casa de la abuela me escribe contándome de sus propias memorias, sino porque me encuentro aquí y allá textos sobre casas que se me vienen encima como recordándome que he tocado un nervio clave en la memoria de todos.

Uno de esos textos sobre casas es este poema de Carlos Drummond de Andrade, que leí en Letralia, en traducción de Wilfredo Carrizales. Me pareció tan a propósito que no puedo evitar copiarlo aquí.

Liquidación
por Carlos Drummond de Andrade

La casa fue vendida con todos los recuerdos
todos los muebles todas las pesadillas
todos los pecados que se cometieron en vida
o por cometer.
La casa fue vendida con sus golpes en la puerta
con su viento acanalado su vista del mundo
sus imponderables
por veinte, veinte contos.


Hasta aquí el texto de Drummond de Andrade. Es uno de esos poemas que me hubiera gustado escribir alguna vez. A falta de poesía ya te iré contando sobre las otras casas en las que viví. Porque las casas que habitamos y dejamos son lugares donde se queda instalado el recuerdo. Y tal vez por eso son espacios que producen —como por encanto— escritura, literatura, poesía.

Y en estos días en que me preparo para la llegada del invierno, con nostalgia anticipada, no encuentro mejor albergue que la memoria de una vieja casa.

Te mando un abrazo grande,
r

No hay comentarios: