lunes, 24 de agosto de 2009

Retazos de Mallorca


Amiga,

En realidad no estoy con mucho ánimo de sentarme a escribir. Pero hoy hace un día espléndido y no quiero desaprovecharlo, porque cuando comiencen los días de lluvia -que se anuncian a partir de mañana- Mallorca me va a parecer un sueño y no voy a poder ni acordarme de lo que pasó. De todos modos, el cuento no va a ser muy largo, sólo una excusa para mostrarte algunas fotos que me gustan de las muchas que tomamos.

Nos alojamos en un hostal en un pueblito que se llama Cala Figuera y nos quedamos encantados con el lugar. La gente es amable y conversadora, el lugar tranquilo, más bien con poca gente –en comparación con el resto de la isla- y lo visitan familias con viejitos y niñitos, lo que hace que el ambiente sea de lo más calmado. La cala aparece en la foto de arriba.

Se supone que la gente se lanza directo de las rocas al agua, porque en Cala Figuera no hay playa, sino una entrada de agua alta y azul que es una piscina cuando el mar está en calma, pero que se vuelve amenazante cuando las olas rompen contra las piedras. Esperando la calma se nos pasaron los días y al final no nos lanzamos al agua.


Desayunábamos ensaimadas con café en una terraza a la orilla del mar. Las ensaimadas las descubrimos preguntando qué era eso que estaba anunciado en todas partes. Y nos encantaron…


Visitamos Palma, donde vimos la catedral, que tiene un palanquín diseñado por Gaudí que es un espectáculo. En la capital caminamos largo, miramos mucho y tratamos de escondernos del sol inclemente. También nos encontramos con unos venezolanos amigos de Lyo, en el medio de una calle!


En el norte estuvimos en Pollença. Desde ahí subimos por una carreterita empinada al faro de Formentor. El único faro que he visto de cerca. Nos acordamos mucho de la canción de Serrat que habla del farero de Capdepera… pero al final dejamos Capdepera para el próximo viaje.


De resto fuimos a playas y playitas. Una diferente cada día. A pesar de que en los periódicos insistían en que este verano había ido menos gente a las islas, las playas estaban llenas de gente a toda hora y en todos lados. Esta es la playa de Portocristo, sobre la costa este.


También fuimos a las cuevas del dragón –Coves del Drac- en Portocristo. Son un sistema de cuevas que fueron iluminadas y convertidas en atracción turística en los años treinta o cuarenta y hoy parecen un momumento a otros tiempos en los que el turismo estaba pensado como espectáculo. Bien interesantes, pero no te dejan tomar fotos adentro…


El viernes terminamos el día en Portocolom, uno de los pueblitos más agradables que vimos. Quedamos con muchas ganas de volver y fantaseamos con comprarnos un huequito aquí, frente al Mediterráneo…


En Portocolom le tomé muchas fotos a unas redes de pescadores que se estaban secando al sol… con esta imagen cierro el paseo rápido por algunos de los lugares que visitamos.
Si estoy de ánimo te cuento mis impresiones con calma otro día.

Cariños muchos,
r

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