lunes, 22 de septiembre de 2008

Civilización francesa


Amiga,

Esta semana me inscribí en el Curso de Civilización Francesa de la Sorbona. Ya varias personas me lo habían recomendado y yo me entusiasmé con la idea de vivir la experiencia, más bien vicaria, de estudiar en la gran universidad francesa, aunque fuese por unos meses y casi de embuste. Es un simple curso de Francés, con una hora de laboratorio cada dos semanas y un par de conferencias sobre historia y cultura francesas, pero aquí saben hacer todo con grandilocuencia y profusión de complicadas instrucciones, así que no resultó tan simple.

Para empezar, llegamos directo a la dirección que aparece en la página web y que se supone que es la sede central de los famosos cursos, es decir, en el viejo edificio de la Sorbona, número 47 rue des Écoles, pero un guardia uniformado y malencarado nos mandó al número 54 de la rue St. Jacques, es decir, a darle la vuelta a la esquina y, literalmente, regresar por donde vinimos. Una vez ahí, el respectivo guardia uniformado de la puerta 54 nos dio instrucciones para que bajáramos a la Galerie Richelieu, en el primer pasillo a la derecha, y buscáramos la oficina C 391 de la Sala A. El gentío en la puerta nos anunció que habíamos llegado. Pero cuando entré a preguntar cómo era la cosa, qué había que hacer, me dieron un mapita en una hoja verde explicándome que aunque la inscripción en efecto era ahí, primero había que ir al 16B de la rue de l´Estrapade, detrás del Panteón, a buscar una tal “convocatoria”.

Para allá nos fuimos, preguntándonos qué será eso de la tal convocatoria. Caminamos la cuesta que sube al Panteón (que puedes ver en la foto), pasamos por delante de su impresionante fachada, y nos acordamos que tenemos que volver a mirar cómo está todo, a ver el Péndulo de Foucault que inspiró la novela de Umberto Eco y a tomar fotos con nuestra nueva cámara que seguro van a salir mejor que las que tomamos la última vez. Entramos en la rue d´Ulm y en la primera esquina cruzamos a la izquierda, tal como indicaba el mapa. En realidad estamos en nuestro vecindario y no hay manera de perderse. No es necesario verificar cuál es el número 16, porque hay carteles de los Cursos de Civilización Francesa por todas partes.

El portero nos da un cartón con el número 64 y nos indica que debemos bajar unas escaleras y entrar a un auditorio. Después nos enteramos que en ese mismo auditorio es donde van a dictar las tales conferencias sobre la cultura francesa. Por ahora, sólo sabemos que tenemos que esperar a que me llamen. Lyo se queda conmigo, aunque se ve que la espera va a ser larga. Nos distraemos escuchando a la gente, tratando de adivinar cuál es el procedimiento, de qué se trata todo el asunto de la convocatoria. Antes de que llegue mi turno ya hemos dilucidado que se trata de escuchar la misma información que hemos leído en la página web y recibir instrucciones sobre el procedimiento de inscripción, que es lo que en realidad es complicado.

Mientras esperamos y escuchamos a los tres profesores que dan informaciones y entregan folletos, tarjetas de citas y papeles varios, nos preguntamos cómo es que hablan en francés con todo el mundo, si se supone que todos los que están ahí van a hacer un curso del idioma, y por lo tanto no deben hablarlo ni comprenderlo mucho que digamos. Ese misterio nunca se aclara. Cuando después de una hora o más llega mi turno, directamente le aviso a la joven que me atiende que sólo hablo inglés y español. Ella me responde muy atentamente en español, disculpándose por no hablarlo muy bien. En resumen me cuenta qué es lo que debo hacer a continuación, lo que paso a contarte sin exageración alguna, sólo tratando de hacer la explicación lo menos complicada posible:

Para inscribirte en el Curso de Civilización Francesa de la Sorbona debes obtener en esta entrevista un papelito verde que te permite entrar a la oficina C 391 de la sala A de la Galerie Richelieu del número 54 de la rue St. Jacques. Una vez allí, con tu verde papelito y luego de hacer la respectiva cola, debes presentar dos papeles: tu visa -o el papel que dice que la estás tramitando- y un título que indique que estás al menos por encima del bachillerato. Pero eso no es todo, también debes llevarte un papelito blanco que te acredita para presentar un examen de suficiencia escrito y un papelito amarillo que te acredita para que te hagan un examen oral, además de una larga hoja verde con el horario de las conferencias de civilización francesa y otra gran hoja explicando los pasos que debes seguir. Cada examen es en un lugar y una fecha diferentes. Si se te pierde cualquiera de los tres papelitos debes volver aquí y comenzar todo de nuevo.

Lyo me dejó sola después de esto, porque era evidente que el trámite me iba a llevar una larga parte del día. Así que bajé, ya por mi cuenta, de nuevo al viejo edificio de la Sorbona. En la puerta el vigilante reconoció el mágico papelito verde y me dejó pasar sin hacer preguntas. La cola frente a la oficina C 391 era más larga que cuando llegamos en la mañana. La espera no fue tan larga, porque había seis o siete funcionarios haciendo las inscripciones y la gente pasaba en grupos a la sala. Un niño llorando a gritos desesperados me acompañó durante los largos cuarenta minutos que estuve en la cola.

Ya adentro me atendió una joven que me pidió mis datos para anotarlos en un terminal. No tuvo ningún problema con mi visa pero lanzó un silbido de falsa admiración al ver mi flamante título de PhD. El mes pasado yo había leído toda la información en la web y los requisitos que exigían para entrar y, conociendo la manera extraña como funcionan los franceses, envié un mail preguntando si podía traer mi único título europeo. Me respondieron diciendo que sería suficiente. Así que me vine con mi carpeta vinotinto bajo el brazo y el silbido de burla me confirmó que tal vez soy el único ser entre los inscritos que tiene semejante título y cero nivel en el idioma de Voltaire.

Cuando pensé que una vez ingresados mis datos ya estaba listo el procedimiento de inscripción, pregunté si eso era todo y estaba a punto de preguntar dónde tenía que pagar. La chica que me atendía me miró con el fastidio de quien ha repetido las mismas instrucciones cien veces en una mañana y me dio un nuevo papelito, indicándome que debía regresar al número 16B de la rue de l´Estrapade a pagar y a que me sacaran el carnet que me acreditaría como estudiante de la Sorbona. ¡No lo podía creer! Había que regresar al mismo lugar de donde había venido. ¿Qué necesidad tenían de convertir una simple inscripción en una carrera de resistencia? Con toda seguridad hay maneras menos complicadas de enrolar a un grupo de ignorantes en un miserable curso de francés, por mucho que sea la Sorbona la que lo dicte.

Rumiando mi furia subí las tres cuadras de nuevo al 16B de la rue de l´Estrapade. Ya no tenía ánimo ni de mirar la majestuosa fachada del Panteón, donde a esas alturas del trámite burocrático, Voltaire y todos sus congéneres podían hacer con la civilización francesa lo que mejor les viniera en gana. Llegué echando humo a la puerta y le enseñé al vigilante mi nuevo papelito con cara de reclamo. El hombre sin inmutarse me señaló una puerta. Allí había un gran mesón con dos mujeres cobrando y dos jóvenes con computadoras sacando los carnets. Sólo tenía dos personas delante, así que apenas me dio tiempo de calmarme cuando ya me tocaba mi turno. Como si no lo supiera, la señora que me estaba cobrando me anunció que la carrera de supervivencia en la que me estaba enrolando me costaría mil cuatrocientos euros y me preguntó que cómo quería pagar. Saqué mi flamante tarjeta de crédito con el resto de furia que me quedaba. La mujer reiteró el monto que iba a cobrarme, como advirtiéndome que se trataba de una cantidad considerable. Afirmé con la cabeza de la manera más convincente que pude, pero la mujer no dejó de mirarme de manera sospechosa hasta que la máquina que procesaba la tarjeta no escupió el papelito aprobatorio.

El siguiente y último paso sería sacar el carnet de estudiante. Un par de jóvenes se encargaba de las máquinas y sus cámaras infernales. De más está decir que la foto digital que me tomaron quedó horrorosa. Pero a esas alturas, la verdad es que me importaba un pito que mi único paso por la Sorbona como estudiante quedara registrado con tan infame documento. Lo único que quería era terminar de salir de ahí con la seguridad de que no había otro paseo pendiente. Como último paso, una mujer malencaradísima e incapaz de comunicarse en ningún idioma conocido por el ser humano le entrega a uno un librito morado con “Informaciones Generales”. El librito recuerda las fechas cruciales en francés, español e inglés, como para compensar la falta de habilidades comunicativas de la mensajera.

Era martes. El jueves me tocaba asistir al examen de nivelación. El examen sería –para variar- en otro lugar, diferente a los dos ya conocidos. La dirección era 214 Boulevard Raspail. Por suerte queda a unos veinte minutos caminando desde Villa Pasteur, así que no tuve problemas en llegar. Para hacerte corto un cuento largo, al iniciar el examen me incorporé a la fila de gente que se declaró ignorante total en lengua y civilización francesas, lo que me garantizó terminar rápido con el trámite y hacer el curso desde cero, que era lo que quería.

Y aquí me tienes, esperando el 8 de octubre, cuando me toca ir a buscar mis horarios para comenzar clases el jueves 9. Del 9 al 16 tengo que inscribirme en el laboratorio de "fonética" y en las famosas conferencias. Ya te iré contando de mis progresos en la lengua de Voltaire. Con respecto a la civilización francesa, no creo que haya un curso –ni dos ni tres- que me pueda enseñar más sobre la retorcida cultura local que este curso rápido e intensivo que he tenido que sufrir para sobrevivir a la burocracia de la Sorbona.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Raquel, Estoy pensando en ir a La Sorbonne a hacer el curso intensivo de frances. Buscando experiencias, di con tu blog. Me estoy divirtiendo mucho con tu relato! pude todo el rollo..Espero encontrar mas relatos que me ayuden a orientarme. Que linda idea! Saludos! Vicky

Raquel Rivas Rojas dijo...

Hola Viky, me alegra que te hayas divertido con la historia del viacrucis que es inscribirse en el curso de francés... Después todo mejora, y de verdad vale la pena, así que no dejes de hacerlo por culpa de mi blog!

Unknown dijo...

Hola Raquel, di con tu blog por casualidad buscando información sobre los cursos de la Sorbona. En efecto muy chistoso tu relato. Ahora bien, en resumidas cuentas, cómo fue tu experiencia? Recomiendas el curso? Saludos!

Raquel Rivas Rojas dijo...

Hola María Laura, me alegra que te haya gustado mi "chistoso" relato. En ese momento apenas me estaba inscribiendo y no sabía cómo sería el curso (eso lo comento en una entrada posterior). Creo que en general lo recomendaría. Yo aprendí muchísimo, porque el curso es intensivo y muy completo. Pero, como sucede con cualquier intento de aprender un idioma, los resultados dependen de cuánto tiempo y esfuerzo le dedique cada quien a estudiar y a practicar lo aprendido.

Gregorio dijo...

hola, muy interesante este tema que escribes en tu blog... me gustaria saber si el costo que pagaste por el curso Que aca mencionas Que son como mil y algo es trimestral, semestral o algo asi?.
tengo 36 años y me gustaria estudiar este idioma en alguna universidad por eso te agradecería Que me aclarases ese dato. de nuevo gracias, atentemente: gregorio

Raquel Rivas Rojas dijo...

La información específica sobre el curso de civilización francesa, está en la página: http://www.ccfs-sorbonne.fr/sommaire.php3?lang=es

Unknown dijo...

Hola Raquel: todo lo que cuentas es muy gracioso, pero imagino que no es lo mismo vivirlo. Estoy planeando en tomar un curso intensivo de francés en la Sorbonne en septiembre de este año, 2015, pero la verdad leyendo tu blog me ha entrado desaliento. Quisiera que me contaras cuántos días se necesitan para completar la inscripción pues vivo en Estados Unidos y en la web de la U dan fechas del 25 al 28 de Agosto. Además, se debe tener un diploma europeo para tomar el curso? Eso me parece absurdo. Ojalá me puedas responder. Me ha encantado tu bitácora. Madeleine

Raquel Rivas Rojas dijo...

Hola Madeleine, gracias por leer mi blog y por interesarte en uno de sus temas. Me encantaría poder darte más información sobre el curso, pero han pasado ¡siete años! desde que lo hice y no creo que las cosas sean exactamente como antes.
Cuando yo me inscribí hice todo en un día. De hecho el cuento de este día está todo entero aquí. Es posible que hubiera que hacer algún trámite adicional que no recuerdo, pero creo que la inscripción en sí es sólo un día.
Con respecto al tema del tipo de título o diploma que hay que tener, la verdad es que yo no tuve ningún problema porque tengo un título británico. De todos modos, como digo en un comentario anterior, toda la información sobre el curso de civilización francesa, está en la página: http://www.ccfs-sorbonne.fr/sommaire.php3?lang=es
¡Suerte!