
Amiga,
Las noticias de la tierruca me llegan cada vez más tarde. Con casi un mes de atraso me estoy enterando hoy que mi amigo -y antiguo alumno- Gabriel Payares ganó el concurso de cuentos de El Nacional.
Le escribo una línea para felicitarlo y después busco el cuento en la red y lo leo apurada y curiosa. Siempre leo los textos de gente conocida con una especie de susto, por no saber qué hacer si el texto no me gusta. Pero éste me gusta, y mucho. Por eso aquí va un fragmento y aquí está el link por si quieres leerlo entero.
"Hay algo de Ulises en su cuerpo lampiño, una cierta curtimbre que me hace preguntarme si seré Calíope o Polifemo cuando llegue el final de la aventura. Aun así, escucho su recuento como a través de la portezuela de un submarino: lo he oído todo antes, en montones de rostros diferentes. Si la gente supiera lo parecidas que son nuestras vidas, lo indistintos que podemos llegar a ser al cabo de algunos años, como ondas similares sucediéndonos en un estanque, llegaría tarde o temprano a las mismas y exactas conclusiones: no existen buenas y malas iniciaciones, pero sí primeras y segundas veces, y entre una y otra puede mediar solamente el tamiz de la memoria. Es por eso que la vejez consiste en repeticiones: recuerdos de recuerdos, anécdotas contadas hasta el hartazgo. Una vida larga es como una enorme caverna: en ella todo hace eco."
Hasta aquí unas líneas de muestra del cuento de Gabriel. Me gusta tanto que hasta le pasé por encima a los "rostros" como si fueran un pecado venial.
Como sigo en mi traducción, es todo lo que puedo hacer en lugar de escribir: leer a los otros y aceptar la bendición de que haya gente querida que siga escribiendo y lo haga tan bien!
Un abrazo,
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