Amiga,
Gracias por enviarme el vínculo al nuevo blog de tus amigos Georgina y Fabián. Es una buena idea hacer el ejercicio de imaginarnos el país que vendrá después de Chávez. Pero sobre todo, es una excelente idea ejercitar el humor mientras tramamos historias que nos libren en la ficción —antes que en la realidad— del Chacumbele de Sabaneta.
Sin embargo, y así lo comenté en el blog, creo que imaginar la salida del incordio que nos abruma a partir de su mismo imaginario anti-imperialista le hace un flaco favor a nuestras esperanzas. Antes que imaginar que nos invaden los marines y otros militares nos “salvan” de Chávez a la fuerza, prefiero ejercer el humor y la ironía por otros lados.
Así que aquí va mi contribución para el blog de Georgina y Fabián. Son sólo unas cuantas salidas imaginarias, que me suenan divertidas por lo que tienen de justicia poética:
1. Primer escenario: Un grupo de venezolanos en el exilio compra un equipo de grandes ligas y le ofrece a Chávez convertirse en entrenador, cuarto bate y novio de la madrina del equipo. La única condición es que entregue el mando. Chávez acepta encantado, se va para yanquilandia a dirigir su equipo y deja a todo el mundo con los crespos hechos.
2. Segundo escenario: Otro grupo de venezolanos en el exilio, con la ayuda de algunos cubanos también en el exilio, compra una isla en medio del Caribe —no tiene que ser una isla grande, puede ser una islita como la Isla de la Fantasía. Construyen en ella todo el escenario de la Sierra Maestra y hasta una réplica de La Habana de los años cincuenta, con su malecón y todo. Le ofrecen a Chávez la réplica exacta en la que va a poder llevar a cabo una revolución de verdad-verdad, como la que hizo Fidel, con todo y sus barbudos, sus campañas en la Sierra y su entrada triunfal a la capital con los fusiles al aire. Chávez no puede resistir la tentación de hacer historia y acepta la oferta… ¿y la revolución en Venezuela? Que con su pan se la coman!
3. Tercer escenario: La guerrilla colombiana le ofrece a Chávez el cargo de comandante supremo. Chávez renuncia a seguir intentando hacer la revolución de mentira en Venezuela y se va pal monte a hacer una revolución auténtica. Con su uniforme de campaña se toma miles de fotos antes de cruzar la frontera y da declaraciones por diez horas seguidas sobre todo lo que va a lograr una vez que se convierta en el jefe supremo de la guerrilla. Se imagina que es Bolívar sobre el Chimborazo y promete que volverá victorioso a liberar a la patria del imperio. Dos meses después llegan noticias de la hermana república: Chávez ha salido corriendo en el primer enfrentamiento que le tocó comandar. Todavía lo están buscando.
4. Cuarto escenario: Un grupo de científicos latinoamericanos que trabaja en la NASA descubre una manera de viajar en el tiempo y construye la máquina perfecta para hacerlo. Le ofrecen a Chávez viajar en el tiempo a pelear al lado de su admiradísimo Simón Bolívar. Chávez duda. Se lo piensa por semanas, mientras el país se sigue cayendo a pedazos y sólo hay luz tres horas al día en todo el territorio nacional. Finalmente toma una decisión. Aceptará la oferta de viajar en el tiempo, pero no a la época de Bolívar, sino a los tiempos de la Guerra Federal, porque quiere conocer a su paisano Ezequiel Zamora y salvarlo de la muerte. Para allá se va, contentísimo. Lo que nunca le dicen los científicos de la NASA es que no han resuelto el pequeño detalle de cómo hacer que la gente regrese. Según se sabe después, los científicos deciden que no vale la pena resolver el problema y lo dejan de ese tamaño.
5. Quinto escenario: Chávez oye hablar de la nueva película de James Cameron, Avatar, y como sabe que se va a ganar unos cuántos Óscares y quiere estar enterado de qué se trata, alquila para verla él solito la sala VIP del CC San Ignacio. Cuando termina de ver la película en 3D está tan emocionado que se manda a hacer un juego particular, de realidad virtual como los que aparecen en Star Trek. En ese juego, que instala en el sótano de un galpón ultra-secreto en Fuerte Tiuna, Chávez se dedica a encarnar el personaje del militar energúmeno y destruye una y otra vez el árbol sagrado de Pandora y mata a cuántos bichos azules se le ponen enfrente. Se entretiene tanto en el juego que nunca más sale de los oscuros sótanos de Fuerte Tiuna. Muchos años después, cuando ya se ha resuelto sin su ayuda el problema de la electricidad, de la basura, del agua, del desempleo… un humilde trabajador de la limpieza lo encuentra todavía jugando, viejito y arrugado. Ya no se acuerda que una vez intentó destruir un país de verdad, sólo tiene ojos para seguir matando a los dragones y a los Na'vis del mundo imaginario.
6. Sexto escenario: En las elecciones de septiembre de este año todo el mundo vota y, por primera vez en la historia, el porcentaje de abstención es CERO. Contra todo pronóstico, al CNE no le queda otra que aceptar que su jefe supremo ha sido derrotado, no tienen modo de cambiar las cifras por más que tratan de presentarlas de la mejor manera posible. En la nueva asamblea la oposición es la mayoría. Cuando se instala la asamblea, a pesar de todos los actos de saboteo que el chavismo intenta llevar a cabo, Chávez se declara en rebeldía y se lanza con sus tupamaros y demás paramilitares a la calle. Declara una cadena que dura tres días en los cuales se le ve en traje de campaña, caminando por polvorientos caminos no identificados, arengando a unas masas que nunca se ven en pantalla. De pronto la señal se interrumpe. Durante 24 horas las radios y los canales de televisión sólo transmiten música de cámara y comiquitas —algunas de lo más entretenidas. Finalmente aparece el nuevo presidente de la Asamblea Nacional anunciando que el ejército venezolano ha arrestado al ex-presidente y que éste se encuentra preso, en espera de los juicios que se iniciarán en su contra de inmediato. También se anuncia que habrá elecciones en menos de un año y que ya se ha procedido a intervenir y auditar PDVSA y todas las demás empresas del estado. En su celda, aunque no tiene ninguna otra comodidad extra, a Chávez le han puesto un televisor para que se entretenga viendo, por la nueva RCTV, cómo el país se reconstruye y avanza, sin extrañarlo en lo más mínimo.
De más está decir, amiga, que éste último escenario es el que más me gusta.
Un abrazo,
r
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